Per Abbat copia 1207
En silencio intensamente llorando,
volvía la cabeza, lo estaba mirando.
Vio puertas abiertas, batientes sin candados,
perchas vacías, sin túnicas de piel ni mantos,
sin halcones y sin azores mudados.
Suspiró mio Cid, por los pesares abrumado,
habló mio Cid bien y muy mesurado:
—¡Gracias a ti, Señor, Padre que estás en lo alto!
¡Esto han tramado contra mí mis enemigos malvados!
Comentarios
“Mucho cunden las hazañas de este Cid Campeador,
en casarnos con sus hijas ganaríamos los dos,
pero vergüenza tenemos de decirlo, porque no
es el suyo buen linaje para condes de Carrión”.
si comparamos el tiempo del CID con la época
actual encontramos personajes como los infantes
de Carrión que solo los mueve la codicia y el
puro interés.
que gustaba cazar roedores.
Un día sin más ni más el ratón se puso a jugar
en el jardín con sus amigos
sin preocuparse de lo que les podía pasar,
Micifuz miraba y miraba
como jugaban divertidos,
en el fondo de su corazón,
Micifuz también quería jugar un ratito.
Al mirar como los ratoncitos estaban tan felices,
esto le hacia sentir que ya no quería cazar,
ni tampoco tenia apetito,
pensó Micifuz ¿Qué me pasa?
si los ratones son mi platillo favorito.
Se acercó acechándolos,
y cuando estaba presto a saltar sobre ellos,
sorpresivamente un pequeño balón
fue a dar justo a sus patas,
- ¡¡ Lánzala, lánzala ¡¡, le gritaban los pequeños ratones,
a Micifuz se le iban las patitas por tirarles el balón
y en su cara, como que se asomaba una mueca
parecida a una sonrisa.
Micifuz en un acto de simpleza
y de camaraderia, les dijo:
“ ¡¡¡ Ahí les va la pelotita ¡¡¡”,
El balón iba y venia,
Micifuz ahora contento reía,
muchas fueron las tardes que compartieron,
Micifuz ahora solo tomaba leche y hasta comía queso,
y los ratoncitos le aplaudían por eso =)